Casi 30% de trabajadores en pobreza: análisis de sectores con peores salarios

Un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revela que casi el 30% de los trabajadores en el país se encuentran en condiciones de pobreza, una situación alarmante que se ha agravado en los últimos años. Este fenómeno afecta, en gran medida, a sectores menos favorecidos, donde los salarios han caído drásticamente. Los datos indican que los salarios reales están cerca de un 30% por debajo del último pico registrado en 2017. La crisis económica y la inflación han contribuido a que muchas familias enfrenten dificultades para satisfacer sus necesidades básicas.

Los sectores más afectados por esta problemática son aquellos relacionados con el comercio, la construcción y los servicios. En estos ámbitos, las remuneraciones son notablemente bajas, lo que dificulta que los trabajadores puedan salir de la pobreza. La situación se agrava aún más debido a la falta de actualización salarial y la precarización del empleo. Muchos de estos trabajadores deben recurrir a trabajos adicionales o mal remunerados para compensar la insuficiencia de sus ingresos principales.

Otro aspecto preocupante es que, a pesar de que se han generado nuevos puestos de trabajo en algunos sectores, los salarios no han mostrado un aumento significativo. La OIT señala que, aunque la tasa de desempleo ha disminuido, esto no se traduce en un incremento de los ingresos para la mayoría de la población. Más bien, se ha observado una polarización en el mercado laboral, donde un grupo reducido se beneficia con salarios altos, mientras que una gran parte lucha por sobrevivir con remuneraciones que apenas alcanzan para cubrir lo básico. Esto lleva a una constante angustia financiera para millones de trabajadores.

Las políticas públicas han estado bajo el escrutinio de economistas y trabajadores que exigen un cambio urgente en la estrategia económica. Es vital que se implementen medidas que garanticen un salario mínimo acorde al costo de vida y que se fomente la creación de empleos dignos en todos los sectores. La inversión en educación y formación profesional también es un aspecto crucial para mejorar la calidad de empleo y, por ende, incrementar los salarios. Sin embargo, hasta ahora, las soluciones han sido insuficientes para revertir esta tendencia de creciente pobreza laboral.

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