Ya no es un secreto que en el Gobierno Provincial habrá un recambio generacional en los funcionarios. Los actuales “gordos” como le dicen a funcionarios que están hace más de una década en la administración pública, aparentemente serán reemplazados por los hermanos Valdés, que podrán en sus lugares “tropa propia”, que fueron formando en cargos de segunda y tercera línea durante estos últimos años.
Sin embargo, hay un dicho que reza “nadie se jubila en política” y eso aparentemente es lo que va a ocurrir. Gustavo Valdés, el verdadero armador de esta nueva estrategia se debe manejar con cuidado, porque estos funcionarios y legisladores tienen amplios contactos dentro de la estructura del Ejecutivo, Legislativo y del Poder Judicial que, en caso de sentirse amenazados, activan generando complicaciones en el Gobierno de Corrientes.
En el “valdesismo” aseguran que: “hay algunos que ya tienen que jubilarse”, agregando que “ya todos tienen el futuro asegurado” y “se han creado nichos de poder para ellos”. De hecho, la campaña electoral de Juan Pablo Valdés, prescindió de ellos adrede, porque representan “lo viejo”.
Sin embargo, los “gordos” aseguran que no se irán sin pelear, que no los pueden echar de un gobierno del que ellos fueron los gestores hace 25 años atrás. “No me van a jubilar a mí, quieren jubilar a todos. Porque creen que ellos saben más. Hay mucha soberbia” sentenció un dirigente radical que ocupó varios lugares en el Gobierno Provincial.
Además, advirtió: “estos chicos se equivocan, gobiernan años de oro, los quiero ver cuando les toque una crisis en serio”, agregando que “el poder no solo es ser funcionario de gobierno, en Corrientes el poder también está en el Poder Legislativo y en el Judicial”.
Así las cosas, parece advertirse una pelea por los espacios de poder dentro del radicalismo. La victoria en las internas y la colocación a dedo de su hermano todavía no aseguró nada al armador de esta estrategia Gustavo Valdés. (N&CA)