Después del triunfo en la elección de CABA, el presidente Javier Milei le abrió las puertas de un acuerdo entre La Libertad Avanza, el PRO, el radicalismo y vecinalitas para las elecciones de la provincia de Buenos Aires el 7 de septiembre y para las legislativas nacionales del 26 de octubre.
La condición: jugar con el discurso y la marca Milei. El premio: liderar la centroderecha y mostrar un triunfo contundente en PBA, primero, frente a un peronismo dividido por la guerra que Cristina Kirchner le montó al gobernador Axel Kicillof.
El PRO ya se sometió al liderazgo de Milei. Ahora le toca a la UCR bonaerense decidir: aceptar una alianza electoral -que se debe presentar el 9 de junio- o romper con un sector aliado como lo es La Libertad Avanza.
La próxima semana habrá una reunión de las autoridades partidarias con los 27 intendentes del partido centenario, quienes representan -en su mayoría- a la Cuarta, Quinta y Sexta Sección Electoral.
Maximiliano Suescun, jefe comunal de Rauch y presidente del Foro de Intendentes Radicales, adelantó que “no hay voluntad de ir a un acuerdo con los extremos”, en referencia al kirchnerismo y los libertarios.
Pero también saben que, con el PRO definido por aliarse con Milei, en el centro ya no queda nada ni nadie; mucho menos después de cómo le fue a la UCR en la elección de CABA. “El centro es un lugar que ya no existe”, dicen otros intendentes radicales.











