Inflación de julio 2025: subidas y bajadas en la Canasta Básica de productos

La inflación de julio de 2025 se situó en un 1,9%, según el informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) el pasado miércoles. Esta cifra fue recibida con celebración por parte del Gobierno, que ve en ella una señal de estabilidad económica, aunque en los supermercados la percepción es diferente. Muchos consumidores han notado aumentos en los precios de varios productos de la Canasta Básica en comparación con el mes anterior. La situación genera incertidumbre en un contexto económico donde la inflación se ha convertido en un fenómeno recurrente y preocupante.

Productos que subieron y bajaron

El informe revela que algunos artículos de la Canasta Básica experimentaron aumentos significativos en sus precios, mientras que otros registraron descensos. Entre los productos que más subieron se encuentran los alimentos esenciales, como el pan, las carnes y los aceites, que han sido sensibles a los cambios de costos en la producción y distribución. En contraste, la leche y ciertos vegetales experimentaron una disminución en sus precios, posiblemente como consecuencia de la estacionalidad de su producción. Este comportamiento mixto en los precios pone de manifiesto la complejidad del mercado local y la disparidad en las condiciones económicas de diferentes sectores.

Relevancia de la inflación en el contexto actual

La cifra de 1,9% es relevante no solo por el impacto inmediato en el bolsillo de los consumidores, sino también por su capacidad de influir en las decisiones de política económica del Gobierno. Históricamente, una inflación persistente ha llevado a ajustes en las tasas de interés, así como a cambios en la política fiscal y monetaria. En el último año, la inflación ha mostrado una tendencia a desacelerarse en comparación con los picos alrededor del 3% mensual que se registraron en 2023, un hecho que despierta ciertas esperanzas, pero también exige cautela. Una mayor estabilidad en los precios podría ser crucial para la recuperación económica, especialmente en un país que ha enfrentado graves desafíos en su economía en la última década.

Para los ciudadanos, entender los productos que suben y bajan de precio se convierte en una herramienta importante para navegar la incertidumbre económica. Si bien el discurso oficial puede enfatizar una tendencia favorable, la realidad comprobada en los mercados muestra que las familias continúan luchando con el costo de vida, cuyo aumento no siempre se refleja en las estadísticas oficiales. Así, la visión de un país en recuperación se ve matizada por las experiencias diarias de los consumidores, quienes aún lidian con las secuelas de años de inflación crónica.

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