La actividad industrial en el país mostró una recuperación moderada en abril de 2025, después de sufrir una severa caída en marzo. Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el uso de la capacidad instalada repuntó levemente, pero se mantuvo por debajo del 60% durante cinco meses consecutivos. Este desempeño refleja el impacto residual de la pandemia y la desaceleración del crecimiento económico. A pesar de los esfuerzos para revitalizar el sector, la dinámica sigue siendo errática y preocupante.
El repunte en la actividad industrial se ha observado en diversas ramas, sin embargo, aún no logra estabilizarse. Las manufacturas, la construcción y la generación de energía son algunos de los sectores que han presentado ligeras mejoras. La incertidumbre económica y el lento ritmo de recuperación global continúan afectando el optimismo de los empresarios. Las empresas siguen enfrentando obstáculos como la falta de insumos y la volatilidad en los precios de las materias primas.
Retos en el sector industrial
El contexto actual plantea importantes retos para el desarrollo del sector industrial en el país. La disminución en la demanda interna y externa ha limitado la capacidad de producción de muchas empresas. Además, la inflación ha generado un aumento en los costos operativos, lo que dificulta todavía más la recuperación. A pesar de ello, algunos sectores han empezado a experimentar un repunte gracias a la digitalización y a la inversión en nuevas tecnologías.
El panorama internacional también influye en el desempeño industrial. Los problemas en las cadenas de suministro y los conflictos geopolíticos han llevado a una mayor incertidumbre. Sin embargo, los expertos sugieren que la diversificación de mercados y la adaptabilidad pueden ser claves para que las empresas superen estos desafíos. La implementación de políticas públicas que fomenten la inversión y la capacitación serán fundamentales para potenciar la recuperación del sector.
Perspectivas a futuro
La proyección para el sector industrial en los próximos meses dependerá de varios factores, incluyendo la estabilidad económica y la efectividad de las políticas implementadas. Mientras que algunos analistas ven señales de optimismo, otros se muestran cautelosos ante una posible recaída. Las empresas deberán ser resilientes y adaptarse a las nuevas condiciones del mercado para poder crecer. Sin duda, el camino hacia una recuperación sólida y sostenible será largo y lleno de obstáculos.











