El Gobierno ha liberalizado la importación de productos veterinarios con el objetivo de «promover el acceso a insumos de calidad con estándares internacionales». Esta decisión, anunciada el 15 de marzo de 2025, busca facilitar el flujo de medicamentos y dispositivos veterinarios en el país. A partir de esta fecha, las empresas que quieran importar estos productos podrán hacerlo bajo un nuevo sistema que promete reducir los plazos de aprobación de hasta dos años a un máximo de 90 días hábiles administrativos. La medida se implementará en todo el territorio nacional, lo que permitirá una mayor disponibilidad de insumos veterinarios esenciales.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería, a través de su departamento de Salud Animal, será el encargado de supervisar y regular el proceso de importación. Este giro en la política de importaciones responde a la creciente demanda de insumos veterinarios de calidad que satisfagan las necesidades de los productores y propietarios de animales. Las nuevas directrices también contemplan un aumento en la competitividad del mercado, permitiendo a los profesionales del área acceder a una variedad más amplia de productos. De esta manera, se espera que se eleve la calidad de la atención veterinaria en el país.
Uno de los aspectos más destacados de esta medida es la forma en que se espera impactar en los costos de los productos veterinarios. Al eliminar barreras y simplificar procesos burocráticos, el Gobierno confía en que los precios de los insumos se vuelvan más accesibles para los veterinarios y agricultores. Este cambio podría ser crucial en el contexto actual, donde muchos productores enfrentan dificultades financieras y necesitan recursos para garantizar el bienestar de sus animales. Además, la disponibilidad de productos de alta calidad podría contribuir a la prevención de enfermedades y mejorar la salud animal en general.
Los críticos de esta medida advierten, sin embargo, sobre la necesidad de garantizar que los productos importados cumplan con los estándares locales de calidad y seguridad. La regulación efectiva será clave para evitar la entrada de insumos de dudosa procedencia que pudieran comprometer la salud de los animales y, por ende, la salud pública. En este sentido, el Gobierno ha hecho hincapié en que se mantendrán estrictos controles en la calidad de los productos que se importen. Esto será fundamental para generar confianza entre los consumidores y los productores en el nuevo contexto de libre comercio de insumos veterinarios.
La liberación de la importación de productos veterinarios podría marcar un cambio significativo en el sector agropecuario del país. A medida que la medida se implemente y se evalúen sus resultados, será crucial observar cómo influye en la salud animal y en la competitividad del sector. Con un sistema más ágil y menos restrictivo, el futuro parece prometedor para los profesionales veterinarios y los agricultores. El tiempo dirá si esta política logra realmente mejorar la calidad de los insumos y, por ende, la salud de los animales en el país.











