La charla encabezada por el director del Centro de Estudios Alimentarios (CEA) Matías Strasorier, contó con la presencia de legisladores correntinos, referentes barriales y vecinos de la ciudad. Se debatieron cuestiones respecto a la concentración empresarial en la producción agroalimentaria y su impacto en la formación de precios y la inflación.
En la sede del Partido Justicialista en la ciudad de Corrientes se llevó a cabo un conversatorio denominado “Todo Precio es Político”, dictado por Matías Strasorier, director del Centro de Estudios Agrarios (CEA). Se plantearon cuestiones sobre la soberanía alimentaria, la formación de precios y el impacto de la inflación en la mesa de los argentinos y las argentinas.
Participaron de la jornada el senador provincial José “Pitín” Aragón; la delegada regional NEA de Relaciones Municipales del Ministerio del Interior, Marlene Gauna; Belén Acosta, coordinadora del Centro de Acceso a la Justicia Corrientes; concejales; dirigentes barriales; vecinos y vecinas.
José “Pitín” Aragón comentó que “esta charla sirve para discutir y despejar las dudas de porque suben los precios en Argentina y también para ponerle nombre a ese pequeño grupo de empresas que ganaron siempre y son las que no ceden para que el pueblo progrese”.
“Corrientes no puede ceder su lugar de ser protagonista en la soberanía alimentaria, no solo deben discutir desde la región centro del país lo que comemos. Los correntinos producimos mucho y tenemos una tierra fértil para desarrollarnos” sostuvo el senador provincial.
El director del CEA, Matías Strasorier, expuso durante su charla el modelo político agroalimentario vigente en el país y el impacto de la concentración empresarial de este rubro en los precios de los productos que consumen los argentinos y argentinas.
“Observamos que el sector del campo es un sentido común que nos impone la derecha, pero estamos interpelando y produciendo documentos para demostrar que el peronismo tiene políticas para el campo” señaló Strasorier y agregó que “los alimentos deben tener un rol social: que no falte un plato de comida en las casas, que genere trabajo, que dinamice la economía, pero además se genere saldo exportable para aumentar la exportación y vuelvan las divisas, eso es posible”.
El médico veterinario propuso además “que la producción se diversifique en diferentes puntos del país para el consumo interno, generando más trabajo, desarrollo federal inclusivo y liberando más productos para la exportación”.
Planteó un plan que tenga como ejes la bioeconomía y bioética como ciencia y directrices que cuiden y protejan nuestra biodiversidad; la organización de polos de producción primaria en cada territorio; la creación de una red de abastecimiento y comercialización, para romper con el monopolio empresarial; y la generación de un Polo tecnológico agroalimentario, que establezca una articulación público – privada de los organismos de conocimiento de punta en los territorios, para que los productores de distintos puntos del país tengan un Estado presente que les resuelva las necesidades.
