El histórico comercio de calzado en Mar del Plata, conocido como «La Feliz», enfrenta una dura crisis que ha llevado a muchos propietarios a considerar el cierre de sus negocios. Esta situación se debe a una combinación de factores como la caída del consumo interno, la disminución de la producción local y la apertura de importaciones a precios competitivos. La situación se ha agravado en 2025, un año marcado por una recesión que ha golpeado fuertemente a diversas industrias en la ciudad costera. Comerciantes locales han expresado su frustración, señalando que no tienen a quién venderle sus productos y que los clientes han disminuido notablemente.
Desde hace meses, los titulares de tiendas de calzado en Mar del Plata han notado un descenso significativo en el flujo de clientes. Los consumidores, ahora más cautelosos con sus gastos, optan por esperar promociones o recurren a opciones más baratas que provienen del mercado internacional. Este cambio en el comportamiento del consumidor, sumado a un entorno económico desfavorable, ha llevado a algunos comerciantes a reducir sus horarios de atención e, incluso, a despedir personal. El sector, que históricamente ha sido un pilar en la economía local, se encuentra en una encrucijada crítica.
Impacto de la apertura de importaciones
La liberalización de importaciones en Argentina ha permitido que productos extranjeros ingresen al mercado nacional sin aranceles o con tarifas reducidas, lo que ha dejado a las fábricas locales en una posición desventajosa. Los comercios de calzado de Mar del Plata, que alguna vez fueron referentes en la industria, ahora compiten con precios que son casi imposibles de igualar. Este fenómeno no solo ha afectado a las tiendas, sino que se extiende a los trabajadores del sector, quienes sienten la presión del desempleo y la precariedad laboral. El alquiler de locales, la materia prima y otros costos fijos siguen en aumento, lo que agrava la situación financiera de estos comerciantes.
La crisis del calzado en Mar del Plata es emblemática de una problemática mayor que enfrenta Argentina. La inflación y la pérdida del poder adquisitivo en la clase media han generado un panorama complejo, donde el consumo se ha convertido en un lujo para muchos. Se estima que en los últimos años, las ventas en los comercios locales han caído hasta un 30%, lo que pone en peligro la supervivencia de pequeñas y medianas empresas. Mar del Plata, un destino turístico por excelencia, está viendo cómo su economía se tambalea ante un panorama incierto.
Un futuro incierto para los comerciantes
Los comerciantes de calzado en Mar del Plata se encuentran en una encrucijada: continuar luchando por la viabilidad de sus negocios o cerrar las puertas de sus locales tras años de actividad. Las cooperativas y grupos de comerciantes están comenzando a organizarse para buscar soluciones conjuntas, como ofrecer productos a precios competitivos o realizar campañas de promoción. Sin embargo, muchos son pesimistas con respecto a la recuperación del mercado y temen que la situación empeore antes de mejorar. En este contexto, la respuesta del gobierno provincial y nacional será crucial para definir el futuro económico de la ciudad y el bienestar de sus habitantes.











